El día 10 de diciembre de 2016 tuve un accidente de tránsito. Un camión me embistió de atrás empujándome hacia un barranco de aproximadamente 15 metros. Fue una suerte solo tener lesiones leves, la recuperación física me llevó 5 meses.

Además de los daños físicos, me quedó lo emocional. En muchos momentos cuando cerraba los ojos para descansar o dormir venían a mi mente las luces que me habían encandilado por el espejo retrovisor y el enorme camión detrás de mí.

 Cuando llego a la consulta con Rosario, le cuento lo sucedido y lo que me perturba algunas veces cuando cierro los ojos.

¡¡¡¡¡Cómo explicar lo que he sentido dentro de mí con el Psych-k!!!!! Es una herramienta que me ha ayudado a cambiar actitudes y sentimientos que estaban en mi subconsciente y no me dejaban avanzar, se realiza de una manera fácil y sin esfuerzo de mi parte cambiando creencias que tengo desde hace muchísimos años.

Alguna  creencias que tenía se han modificado, es como si mi ser sufriera una transformación, sentís en el cerebro que los dos hemisferios se unen, y te hace un clic y te cae la ficha de porque actúas de una u otra manera frente a la vida diaria.

Cuando llegó Psych-k a mi vida fue en uno de los momentos más difíciles de transitar. Había sido operada de mastectomía y había tenido tratamientos de quimioterapia y demás. Estaba realizando una recuperación a conciencia, con toda la ayuda de mis seres queridos y con terapias complementarias como biodecodificación, tinturas, reiki, piedras, mantras y mucho más. Todo lo que me llegaba lo experimentaba. Con psych-k decidí probar desde que supe de su existencia. Desde el primer contacto con esta técnica me deslumbró y me motivó a continuar utilizándola. Pude lograr tener confianza en mí misma, aceptarme como soy (ahora), logré superarme en cosas que me mantenían estancada. A veces uno desea realizar cambios pero sólo con desearlos no se realizan… Psych-k me permitió lograr eso.

¿Qué cosas escuchaba sobre mí de niña? Que era distraída, inconstante, haragana, menos inteligente que otros niños o niñas, menos limpia, aunque era mimosa y dócil.

Estos epítetos fueron un ancla para mí; aunque mi perseverancia para superarme siempre estuvo presente, los resultados no llegaban.  Me generó una especie de vergüenza, de sentirme expuesta y a través de una infinidad de furcios, siempre me mostraba tonta.  Entonces creía que algo no estaba bien conmigo, lograba pensar inteligentemente, pero a la hora de reproducirlo, surgían los furcios que me descolocaban.

Es así que a través de las sesiones de PSYCH-K que realicé con Rosario, pude trabajar la creencia que tenia internalizada, de que era tonta o algo estaba mal en mí, además de la desvalorización que sentía.