Virginia

Cuando hablé con Rosario la primera vez era mayo, hacía poco tiempo que había salido de una relación de violencia con una pareja, tenía que hacerme cargo de mi hijo de dos años sola, y una de las personas que me ha acompañado toda mi vida se estaba mudando a Europa.

Llegué porque llegué, porque la vida siempre nos deja en las puertas que necesitamos, debo admitir que al comienzo no sabía que iba a pasar, si PSYCH-K iba a tener algún impacto sobre mí, y rápidamente comencé a sentir cambios y empezar a suceder cosas que me ayudaron a salir del embudo en el que estaba.

 

Hoy, un año y medio después, soy una persona muy feliz, estoy empezando mi propio negocio y hasta volví a estudiar. Pero la terapia no es magia, hay mucho trabajo interno, de conocerse uno mismo, de saber qué cosas te están haciendo mal, y sobre todo de voluntad por cambiarlas.

Creo que todos tenemos momentos en los que tocamos fondo, en mi caso Rosario me acompañó en este proceso de reencontrarme con mi fuerza interna, y por esto voy a estar eternamente agradecida.

 

Virginia

30 años


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