¿Qué cosas escuchaba sobre mí de niña? Que era distraída, inconstante, haragana, menos inteligente que otros niños o niñas, menos limpia, aunque era mimosa y dócil.
Estos epítetos fueron un ancla para mí; aunque mi perseverancia para superarme siempre estuvo presente, los resultados no llegaban. Me generó una especie de vergüenza, de sentirme expuesta y a través de una infinidad de furcios, siempre me mostraba tonta. Entonces creía que algo no estaba bien conmigo, lograba pensar inteligentemente, pero a la hora de reproducirlo, surgían los furcios que me descolocaban.
Es así que a través de las sesiones de PSYCH-K que realicé con Rosario, pude trabajar la creencia que tenia internalizada, de que era tonta o algo estaba mal en mí, además de la desvalorización que sentía.
A partir de ese momento, poco a poco, llegaron los resultados de mis esfuerzos, fueron desapareciendo esas sensaciones de sentirme menos, o inferior a otros y asimismo una alegría de sentirme plena. Sentí que me merecía las cosas buenas que fueron surgiendo. Más allá de todas las problemáticas ordinarias que tenemos todos en la vida, a resolver, sentí una alegría de ir logrando pequeñas y grandes metas. No me cabe la menor duda de que trabajar una vieja creencia, desenmascararla, me ayudó en este bienestar que siento. ¡Me siento muy agradecida! ¡Y a pesar de los pesares, soy una mujer feliz!
Gracias Rosario eres un sol
Betty
54 años